La compañía registra sólo un 0,05% de quejas de sus abonados.
El Plan Estratégico de EMALSA contempla como una de sus prioridades ofrecer una excelente atención a sus clientes sobre la base de un trato cercano, simplificación de la gestión y reducción de tiempos de espera. Para diseñar esa atención personalizada y satisfactoria, la compañía desarrolla encuestas entre los abonados para medir su nivel de satisfacción con los distintos servicios que se prestan.
Fruto de esta evaluación, EMALSA puede presumir de que el 86% de sus clientes considere que la calidad del agua de abasto en Las Palmas de Gran Canaria es “buena” o “muy buena”, o que sólo un 0,05% de los abonados presenten algún tipo de queja, la mayor parte de ellas relacionadas con la facturación, según explicó la subdirectora comercial de la compañía, Lourdes Juanatey Cruz.
La empresa agradece siempre la posibilidad de mejora en sus procesos a partir de las sugerencias que les hacen llegar sus abonados. Ejemplo de ello es la incorporación, en 2019, de un nuevo diseño de la factura de servicios, un ‘ecorecibo’ que reduce en un 33% el consumo del papel que proviene exclusivamente de bosques sostenibles. Según las encuestas el 76% de los clientes refrenda la claridad de la información facilitada en estos ecorecibos que incluyen la impresión a color para una mayor comprensión.