El subdirector de Explotación de Emalsa, Ezequiel Morales, explica que la red de saneamiento de la capital cuenta con 22 estaciones de bombeo
A través de la red de saneamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el agua de abasto que ha sido usada en los domicilios, se dirige hacia distintos puntos de la costa a través de 950 kilómetros de colectores. En su recorrido hasta el zona del Teatro y su redirección hasta la Depuradora de Barranco Seco, el agua impulsada por 22 estaciones de bombeo.
La gestión del Ciclo Integral del Agua en la capital de Gran Canaria está a cargo de la empresa mixta Emalsa. El subidrector de Producción de la compañía, Ezequiel Morales, explicó que en los primeros pasos del saneamiento la red se sirve de la gravedad para reconducir el agua usada hacia distintos puntos de la costa de la capital.
La ciudad cuenta con unas 15.000 alcantarillas, las bocas de acceso a la red de colectores, y que suelen distribuirse una cada 50 metros de colector. Los colectores en Las Palmas de Gran Canaria no son visitables, pues su tamaño no permite caminar por ellos.
Además de las estaciones de bombeo del agua usada en su camino a la Depuradora, el sistema cuenta con otras estaciones de bombeo para direccionar el agua salada que se recoge por filtraciones de mar o el agua pluvial. Una vez depurada, una gran parte del agua se destina al riego de Parques y Jardines o se deriva al Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria para el riego de cultivos.