El CEO de Gestagua explica los retos para seguir manteniendo los niveles de abastecimiento y calidad ante los desafíos del crecimiento poblacional y el cambio climático.
El CEO de Gestagua, Rogerio Koehn, señala que la ciudadanía no siempre valora en su justa medida la dificultad de llevar agua hasta el grifo de las viviendas, un trabajo en el que es necesario volcar amplios conocimientos técnicos para superar los desafíos que plantean factores como el continuo crecimiento poblacional y el cambio climático.
Destaca que la prestación del servicio de abastecimiento de agua ha mejorado sensiblemente en el conjunto de España y, particularmente, en Las Palmas de Gran Canaria. Recuerda que ahora en la ciudad se desala el agua de mar, mientras que con anterioridad se procesaba el agua procedente de la cumbre: “Hoy se tiene un servicio excelente, de los mejores de España”.
Mayor calidad que la embotellada
Apunta que las condiciones futuras exigen avanzar en tecnología y en concienciación de la ciudadanía sobre la complejidad de seguir llevando agua a cada grifo: “Cada vez es más difícil mantener la calidad de agua”. Señala que el agua es potable en toda España, porque cumple con todos los criterios de calidad, “lo que cambia es el gusto”. Hace años el agua en Las Palmas de Gran Canaria era más dura y la ciudadanía se acostumbró a tomar agua embotellada, pero el agua del grifo puede tener mayor calidad porque no está sometida al proceso industrial del plastificado del embotellado.
Suministro en tiempos de coronavirus
Koehn destaca que, en estos días, todo el equipo de Gestagua está trabajando para que el abastecimiento mantenga la calidad de siempre y proporcionar así tranquilidad a la ciudadanía. Para ello se han formado equipos, con turnos distintos, para que no coincidan las personas y así reducir los riesgos de contagio y, por tanto evitar las bajas.