La directora general de la compañía, Mercedes Fernández-Couto, explica que los protocolos garantizan que se no limite la prestación del servicio y se proteja la salud de los trabajadores y trabajadoras.
Los brotes de contagios de la COVID19 se reparten por todo el país y aunque Canarias vive una realidad epidemiológica benévola con respecto al resto del territorio nacional, es preciso tener preparados protocolos para todos los posibles escenarios sanitarios.
En este contexto, EMALSA tiene preparado su plan de contingencia, más restrictivo, para aplicar ante un hipotético regreso a fases de confinamiento. Según explicó la directora general de la compañía, Mercedes Fernández-Couto, los planes de contingencia se elaboran para garantizar que en esas circunstancias no se limite la prestación del servicio al tiempo que se protege la salud de los trabajadores y trabajadoras que se mantienen en activo para prestar este servicio esencial a la población.
Para Fernández-Couto estos tiempos han sido “duros” pero con buenos aprendizajes. Entre ellos la constatación de que cuando se dan estas circunstancias “o se trabaja en equipo y se implica todo el mundo, o no se puede salir adelante”.
Considera que la situación ha permitido que los trabajadores y trabajadoras de la compañía hayan comprobado el reconocimiento de la sociedad y de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a la labor que desempeñan “al pie del cañón”, el reconocimiento a un trabajo que es “esencial”.