El magistrado y juez de control de los centros de internamiento en Gran Canaria denuncia que había que encontrar "una pega" para evitar que los inmigrantes fueran a Agüimes y "se encontró".
El magistrado y juez de control de los centros de internamiento en Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera, achaca la situación de hacinamiento y malas condiciones sufridas por los inmigrantes en el puerto de Arguineguín a las trabas que se pusieron para habilitar un campamento para novecientas personas en las zona de Arinaga, en el municipio de Agüimes. Asegura que “faltaba poco” para tener terminada esa instalación cuando se comenzaron a esgrimir argumentos como la presencia de viento, sol o una depuradora, cuando allí ya viven muchas personas en las mismas condiciones y cuando, “a las personas que se han jugado la vida, no les iba a afectar”. A su juicio, era una pega “que había que encontrar y se buscó”. Apunta que cuando se trata de ser solidario “siempre se encuentran pegas” porque “las crisis nos sacan lo mejor y lo peor”: “Si hubiese estado lo de Arinaga no se hubiera dado lo de Arguineguín”. Asegura que visitó la zona a instancias de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno.
Desconcierto e improvisación
Considera que no hay un único factor que explique la situación que se está viviendo con la inmigración, sino que obedece a muchos factores encadenados: el pánico por la salud y el trabajo y la incertidumbre, momentos en los que “siempre aparecen teorías conspiranoicas”. Cree que la actual es una situación de “desconcierto, improvisación y no haber aprendido de circunstancias anteriores”. Asimismo, señala que “algunos “desalmados aprovechan las crisis para obtener algún tipo de ventaja.
Vaticina que los inmigrantes van a seguir llegando, porque en África hay hambre, sed, guerras y pandemias. A su juicio, se trata de saber convivir con ella, para conseguir lo bueno que conlleva, como que serán esas personas las que paguen las pensiones de los canarios en el futuro.