La asesora del Gobierno canario sobre la enfermedad y miembro del comité de expertos del Ministerio de Ciencia e Innovación llama, no obstante, a la cautela porque "las bajadas tienen que afianzarse".
La que también es catedrática e investigadora en Economía de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria afirma que Canarias ha logrado remontar una situación complicada durante la segunda ola de covid-19, motivo por el que hay que ser “bastante optimistas” con la evolución, aunque llama a la cautela porque “la bajada tiene que afianzarse y en cualquier momento puede surgir un brote”. Por el contrario, no es tan optimista con la evolución de la enfermedad en el conjunto del Estado, sobre todo porque Madrid está en una situación “muy preocupante” y con gran capacidad de irradiar al resto del país.
Considera que en Madrid pudieron haber actuado antes, con confinamientos parciales, como se hizo en Lugo, Cataluña o Aragón, medidas que se tomaron cuando tenían la quinta parte de lo que tiene ahora Madrid. Asegura que las medidas que se han tomado son “insuficientes”, al tiempo que “estigmatizan” a los distritos y barrios más pobres.
Las tres patas del control
Con los datos de Canarias, González López-Valcárcel confía en que el sistema sanitario no colapse, pues las tres claves para que esto no se produzca, la detección, el rastreo y el aislamiento, están aseguradas en mayor o menor medida. Así, señala que Canarias ha mejorado en los tres aspectos, haciendo muchísimos más test, en algunos días más de cinco mil, y aumentando el número de rastreadores. Sin embargo, la parte que más le preocupa es la de los aislamientos, donde considera que se tiene que avanzar facilitando arcas de Noé para aquellas personas que no disponen de los recursos para hacer un aislamiento efectivo.
Auditoría externa de la gestión
González López-Valcárcel, que es una de las firmantes del manifiesto que pide la realización de una auditoría externa sobre la gestión de la covid-19 en España, afirma que ayer mismo se emitió una nueva carta en la que se concretaba la extensión de esta auditoría. Destaca la “buena noticia” que, desde el Gobierno central, se les haya convocado para una reunión el próximo día 1 de octubre.
Considera que es preciso auditar desde el comienzo de la pandemia, pues ahora se sabe que en febrero el virus estaba circulando en España. Se trata de evaluar no solo al Gobierno central, sino a toda la arquitectura institucional del país, y también el papel de las sociedades científicas y la sociedad civil: “Queremos saber porqué estamos a la vanguardia de casos y de muertes con gran diferencia”. Señala que no todo será culpa del Gobierno: “La intención es aprender”.
Negacionismo
González López-Valcárcel califica de “descerebradas” a las personas que niegan la evidencia de la enfermedad o la efectividad del uso de la mascarilla: “Es como decir que no se cree en la luz eléctrica”. Señala que el ser humano está tan desesperado que busca salir de la racionalidad de cualquier manera, pero “el virus está ahí y las mascarillas son efectivas. Las evidencias son enormes”.
Brasileñización de la Sanidad
A la experta le preocupa “muchísimo” la deriva de la sanidad pública española, pues con el incremento de las listas de esperas, las clases medias huyen hacia la sanidad privada y así, se ha alcanzado la cifra de más de diez millones de pólizas de seguro privado: “Si esto se extiende, se pierde sostenibilidad social”.