El presidente de la institución, Jesús León, llama a un "cambio de mentalidad" para abordar un futuro lleno de retos.
El Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria llevará a pleno el próximo día 1 de diciembre el plan Canarias Importa, en la que destacados representantes de distintos sectores económicos y sociales han estado trabajando en los últimos meses bajo la dirección del rector honorario de la universidad, Francisco Rubio Royo.
Con algún retraso en el calendario previsto, los trabajos ya se han terminado, las conclusiones están entregadas y ahora solo queda dar uniformidad a los textos, según señala el presidente del Consejo Social, Jesús León.
Diez programas y treinta propuestas
Canarias Importa, apunta León, es una propuesta donde la sociedad civil adquiere un mayor protagonismo: “Hemos puesto énfasis en el cambio de mentalidad para afrontar el futuro y somos conscientes de que es una propuesta que necesita tiempo, pero está en nuestra mano el comenzar”.
El plan está compuesto por diez programas y treinta alternativas diferentes, incluyendo ámbitos como el social, el ecológico, la inteligencia, la gobernanza, la gestión del talento, el turismo, el mar, la logística y la conectividad. Ahora se trata, afirma León, de darlo a conocer a la sociedad, comenzando por las instituciones, la primera de ellas el Gobierno de Canarias: “Posteriormente lo presentaremos donde podamos y dónde nos llamen”.
La universidad en pandemia
Jesús León valora el trabajo realizado por todo el personal de la ULPGC en este tiempo de pandemia, permitiendo la continuidad de las clases de manera online, aunque espera que a la mayor brevedad se recupere la normalidad de la presencialidad. Para asegurar la buena marcha del curso, el Consejo Social ha desembolsado una partida de 55.000 euros destinada a la dotación de recursos para el personal de los centros y fondos para los estudiantes.
Señala que la institución que preside es una herramienta que facilita la colaboración público-privada, como lo establece la ley que rige su funcionamiento, “que nos exige asegurar que la actividad académica e investigadora tenga que ver con las necesidades de Canarias”. Concluye que “la universidad necesita de la sociedad y la sociedad de la universidad”.