Pedro Llorca y Hernán Cerón, presidentes de la institución en Las Palmas y Tenerife, hacen un llamamiento a la sociedad para seguir colaborando.
Los bancos de alimentos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife han visto incrementar la demanda desde que comenzó la pandemia de covid-19 en un cuarenta por ciento, lo que se suma a la dificultad de realizar muchas gestiones que dependen de la presencialidad. Se trata, “de una etapa muy dura para la recogida y para la entrega”, según coinciden sus responsables, Pedro Llorca y Hernán Cerón.
Llorca señala, sin embargo, que precisamente en estos momentos, “ha sido emocionante” ver cómo se han volcado las empresas, las fundaciones y las asociaciones con las campañas de los bancos: “Ha sido espectacular, porque tenemos una conciencia social muy arraigada a pesar de estar a la cola en economía”. Señala el caso de una transferencia de 50 céntimos a cargo de un particular “que a lo mejor no tiene ni para comer, y que, sin embargo, ha tenido el gesto de entregarlo a la campaña”. Con estos ejemplos, hace un llamamiento a la colaboración “porque esto va para largo”.
Dificultad para cubrir las expectativas
Por su parte, Hernán Cerón señala que de los 22.500 demandantes de finales del año 2019 se ha pasado a los 30.000 actuales: “Hay mucha necesidad y la situación es muy precaria”. Apunta que la falta de turismo y el más bajo movimiento de los supermercados ha imposibilitado que se pudieran cubrir las expectativas del año pasado, cuando obtuvieron 150.000 de alimentos. Este año han obtenido el equivalente de unos 120.000 euros.