En la cuarta entrega de la revisión histórica de cómo la ciudad llegó a tener un sistema de abasto de agua, el director de Operaciones de Emalsa, Antonio Piñeiro, continúa esta semana con el momento en que el crecimiento poblacional de 1940 obligó a revisar todo el sistema.
En 1940 Las Palmas de Gran Canaria contaba ya con 120.000 habitantes, que se convertirían en 287.000 tan solo treinta años después. En esas circunstancias era preciso abordar el problema del abastecimiento del agua ante la merma de caudales del agua de la cumbre y los nacientes de Fuente Morales. En un primer momento, afirma Piñeiro, se planteó comprar agua a terceros en el sur de la isla y se requisó el agua de algunas heredades.
Plan hidráulico de la isla de Gran Canaria
Es en 1943 cuando se forma una comisión para redactar el plan hidráulico de la isla de Gran Canaria, en el que se prevén embalses y un túnel. Como la población se ha dirigido hacia el norte, se trata de que el abastecimiento se dirija hacia allí. En paralelo se desarrolla un proyecto del Ministerio de Obras Públicas para dar un mayor suministro a la ciudad. La tecnología consiste aún en el aprovechamiento de los acuíferos y de las lluvias ocasionales, pero no será hasta años después cuando se implemente el sistema de aprovechamiento del agua de mar.