El vicepresidente de la corporación insular y líder de Nueva Canarias en la isla afirma que la salida del grupo parlamentario de Sandra Domínguez fue "un impulso".
El vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura y presidente de Nueva Canarias en la isla, Alejandro Jorge, asegura que el presidente de la corporación, el socialista Blas Acosta, “aún no ha arrojado la toalla” y está orientado a asegurar una mayoría de gobierno en el Cabildo.
Considera que no hay “ningún motivo” que justifique una moción de censura apoyada por Asambleas Municipales de Fuerteventura (AMF): “Los argumentos que han esgrimido no tiene mucho sentido, ni a propósito del presupuesto ni de las injerencias”. Considera que si existían desacuerdos podían haber convocado la mesa del pacto para abordar esos asuntos: “Pero si no se convoca y no se acude al pleno de los presupuestos, pues una posibilidad muy lógica es que el presidente del Cabildo opte por el cese” de los dos consejeros de AMF.
El “coqueteo” de los consejeros de AMF
Asegura que lo que ha sucedido es que ofrecieron a uno de ellos, Sergio Lloret, la presidencia del Cabildo “y a partir de ahí surgió el coqueteo”. Para que ello fuera concebible, señala, alguien les tuvo que asegurar que el propio Jorge iba a ceder el acta, “que es la única posibilidad de que él fuera presidente”. Señala que ha recibido presiones y que le hicieron “ofrecimientos” para encontrarle “una salida” y que dejara su acta de consejero.
Recuerda que, en conjunto, Lloret y Marcelino Cerdeña manejaban más presupuesto en el Cabildo que todo el presupuesto de una localidad como Puerto de Rosario, por lo que, a juicio de Jorge, “está claro que si hacen un movimiento es porque están seguros de que se harán con la presidencia del Cabildo. Pero eso ya no es posible y ahora la situación es más complicada”.
El “impulso” de Sandra Domínguez
Sobre la decisión de Sandra Domínguez de abandonar el grupo de Nueva Canarias en el Parlamento regional, Jorge considera que no ha sido una decisión meditada, “sino un impulso”. Considera que podía haber seguido en el grupo, pero “parece que ha sido una reacción a no conseguir algo que daban por hecho”. Está “completamente convencido” de que esa decisión no va a afectar a la estabilidad del Gobierno de Canarias.