Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias, señala que la isla sigue siendo una opción preferente, aunque dependerá de lo que decida Hawái.
La decisión sobre la instalación del gran Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en inglés) en la isla de La Palma se retrasará, con toda seguridad, al menos hasta la primavera del año 2022, según indica el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo.
Esto se debe a que el cambio de la administración norteamericana ha sido paralela a una mayor implicación de los Estados Unidos en el proyecto. Esto significa que la instalación del TMT será reevaluada en el marco de todos los proyectos científicos de ese país, por lo que no se prevé que haya una decisión hasta la primavera del 202: “Es un cambio importante que conlleva retrasos”. Rebolo estima que, con suerte, se podría empezar a construir en el año 2023: “Es más tiempo del que nos gustaría, pero el proyecto está vivo y nos dicen que La Palma es un lugar preferente, aunque por detrás de Hawai”.
Investigaciones en marcha
Pero el IAC no espera cruzado de brazos esa decisión. Por el contrario, siguen adelante con una ambiciosa política de modernización tecnológica gracias a los fondos de recuperación. Entre los proyectos que se están llevando a cabo destaca el que podría permitir al instituto generar sus propios telescopios sin necesidad de acudir a proveedores externos.
Asimismo, el IAC ha trabajado en el desarrollo de la cámara de infrarrojos Drago, la cual ha sido puesta en órbita mediante un satélite. Rebolo señala que la esperanza es que el dispositivo pueda enviar buenas imágenes de las islas que se pondrán a disposición de toda la sociedad canaria.
En el curso de la entrevista, el director del IAC hace un extenso repaso de los distintos proyectos puestos en marcha por el instituto, especialmente los enmarcados en el programa IACTEC. Entre ellos destaca la posibilidad del diagnóstico precoz por imagen del pie diabético. El instituto espera poder contar pronto con un dispositivo ultimado que puedan poner a disposición de los hospitales para que continúen con su desarrollo. Este proyecto es uno más de una vía de investigación preferente del IAC, que tiene por objeto “ver qué herramientas que usamos en la ciencia astronómica se pueden aplicar a otros campos”.
El IAC y la pandemia
Rebolo señala que la pandemia de la covid-19 no ha tenido un impacto dramático sobre los trabajos que se desarrollan en el IAC, aunque se echan en falta los 2000 visitantes que anualmente acudían a las instalaciones, lo que supone también una merma de ingresos. Indica que se han registrado muy pocos casos de la enfermedad, ninguno de ellos serio.