La secretaria general de Cáritas en Canarias pide a la sociedad "empatía" con todas las personas vulnerables, con independencia del lugar de procedencia.
La secretaria general de Cáritas en Canarias, Caya Suárez, considera que en Canarias se están vulnerando los derechos humanos de los inmigrantes, en particular en lo que respecta a la atención a la salud, a proporcionarles la información adecuada, a permitirles el libre tránsito y a integrarse en la sociedad.
Afirma que en el trabajo en los comedores sociales se constata la presencia de inmigrantes que llegan con problemas de salud y que no saben a dónde acudir. Asimismo, detectan que no han recibido clases de español ni se les ha dado la información suficiente, “más allá de alguna reunión puntual que no siempre han entendido”. Afirma que todas esas situaciones son producto del hacinamiento de los extranjeros en los grandes campamentos “que almacenan personas sin darles una atención integral”.
Atención a extranjeros y autóctonos
Señala que en los comedores sociales han ido observado un incremento paulatino de personas sin hogar con picos como el del pasado fin de semana, en el que pasaron de los 330 menús. Afirma que esta situación obedece a dos factores: el de la población autóctona que se ha visto perjudicada por la crisis de la pandemia y se han visto abocados a la calle, y al “sinhoganismo” de las personas migrantes. Señala el caso particular de los inmigrantes menores, que, por falta de redes de apoyo y proyectos puente de autonomía, se ven en la calle cuando se hacen mayores de edad.
Señala el desbordamiento de los servicios públicos y privados dedicados a la acogida y la atención de las personas vulnerables: “No podemos seguir atendiendo a las personas que llegan con los mismos recursos, hay que dotarse de recursos para hacer frente a estos incrementos”. Afirma que la acogida humanitaria debe prestarse de manera “integral” y no limitarse a ofrecer tan solo techo y comida.
Corredores seguros para los inmigrantes
Afirma que, para los inmigrantes, Canarias es una zona de tránsito, porque lo que quieren es agruparse con personas en otros lugares: “Son una minoría los que no tienen familias ni red de apoyo y se quedarían en cualquier lado”. Denuncia, además, que no existan corredores seguros que eviten que estas personas caigan en las mafias y que les permitan circular e integrarse en la sociedad española y europea.
Plan de convivencia
En cuanto a la relación de los inmigrantes con la sociedad canaria, Caya Suárez considera imprescindible la implementación de programas específicos, en forma de un “plan de convivencia” que comunique a la ciudadanía la situación de los inmigrantes. Afirma que el problema se complica cuando gran parte de la sociedad canaria sufre grados de pobreza severa y exclusión social: “Ellos mismos están en situaciones de vulnerabilidad y cuando se añade una crisis migratoria hay que diseñar planes de convivencia”. Llama a mantener la empatía con las personas en situación de vulnerabilidad “con independencia del lugar de procedencia”, porque esas personas están viviendo “en la misma situación de desesperación”. Se trata, en suma, de “construir una sociedad solidaria y fraterna”.