El subdirector de Relaciones Humanas y responsable de Seguridad y Salud de Emalsa detalla las medidas para garantizar el suministro en Las Palmas de Gran Canaria.
El subdirector de Relaciones Humanas y responsable de Seguridad y Salud de Emalsa, Luis Peraita, se muestra satisfecho de que el esfuerzo conjunto de la dirección de la empresa y los trabajadores haya conseguido dar continuidad al ciclo integral del agua en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida.
Peraita señala que el papel de Emalsa ha sido “decisivo” en la lucha contra la pandemia, gracias a un trabajo de anticipación para velar por la seguridad en su ámbito de actuación. Afirma que han invertido en sistemas resilientes de seguridad, facilitando la mayor capacidad de respuesta y “centrado en las personas”. Así, han sido capaces de anticiparse a los hechos adversos y darles una respuesta eficaz, particularmente cuando el agua es un bien esencial “y hoy más que nunca”.
Organización segura del trabajo
Se satisface de haber conseguido una organización segura del trabajo, “lo cual es más eficiente que tener que responder por trabajos más planificados” y, sobre todo, por la garantía de que los empleados trabajan en un entorno seguro.
A este respecto, recuerda que antes de que se decretara el estado de alarma confeccionaron un plan de contingencia sobre cómo afrontar la situación. A partir de entonces implementaron una organización novedosa del trabajo, sobre todo en instalaciones críticas, se suspendieron las prácticas y la formación presencial, se controlaron los aforos y se limitaron los desplazamientos. Además, se incorporó al comité de empresa en el consejo de seguridad de la compañía: “Hoy podemos decir rotundamente que Emalsa es una empresa con un entorno de trabajo seguro”.