La alcaldesa, Conchi Narváez, considera que así se resuelve el "caramelo envenenado" que le dejó el equipo de gobierno anterior.
El pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tiene previsto aprobar este viernes una modificación presupuestaria por importe de unos 11 millones de euros para hacer frente al pago de proveedores pendientes desde 2017. Con este último bloque de pagos, afirma la alcaldesa Conchi Narváez, se pone fin a la deuda heredada.
“Caramelo envenenado”
Se trata, dice Narváez, de algo “muy importante” tras dos años “pagando facturas pendientes”. Se trata de facturas irregulares por distintos motivos, siendo el mayor volumen las correspondientes a los grandes contratos vencidos, como el de hamacas, limpieza, zonas azules, etc. La alcaldesa señala que estos servicios se siguen prestando y las facturas se convierten en irregulares. Otras corresponden a trabajos realizados sin contrato o sin reserva de crédito: “El 90% de las facturas son irregulares. Nos encontramos un caramelo envenenado”.
Apunta, sin embargo, que esta modificación presupuestaria hay que tramitarla, algo que llevará tiempo: “No será sencillo ni rápido”. Considera que, por este motivo, las empresas del municipio lo han pasado “francamente mal”, aunque no le consta que alguna haya entrado en concursal por ese motivo.