Su directora, Virginia Ávila, afirma que, mediante el programa de ayuda a las familias canarias, tomaron conciencia de las necesidades de buena parte de la sociedad.
El programa ‘Alimentos conVida’ de la Fundación DinoSol repartió 400 toneladas de alimentos en los últimos doce meses, desde junio de 2020 a junio de 2021, lo que representa un importante incremento con respecto a la anualidad anterior, según señala la directora de la organización, Virginia Ávila.
Un año “muy duro”
Ávila afirma que el último año ha sido “muy duro” para la Fundación, tanto por el impacto social de la pandemia de la covid-19 como por las necesidades de la transformación digital motivada por las dificultades para el contacto social: “Ha puesto al tercer sector al pie de los caballos”.
Así, al esfuerzo de repartir esas 400 toneladas de alimentos en un año se suma la dificultad para repartirla en las condiciones actuales, máxime cuando se trataba de que pudieran comer muchas familias. Ávila enfatiza que estos alimentos no suponen, en ningún caso, que sean de peor calidad que los que se ponen a la venta. Así, lo que se dona es, por ejemplo, un paquete de galletas que tiene algún problema con el embalaje, o una papaya que tiene alguna parte dañada y que no se puede vender, aunque es completamente apta para el consumo.
Menciona que el esfuerzo ha sido tan importante que, en los primeros seis meses del 2020 se donó tanto como durante todo el año 2019. Así, con el programa de ayuda a las familias canarias, que nació paralelamente a Alimentos conVida, tomaron conciencia de las importantes necesidades que estaban atravesando muchas familias canarias.
Ayudar a las personas
Sobre qué la motiva a desempeñar su trabajo al frente de la Fundación Dinosol, Ávila menciona que si bien ya nació con el mismo sentimiento de solidaridad que tiene ahora, lo cierto es que ha ido descubriendo su significado con el paso del tiempo, hasta el punto que, tras cumplir cuarenta años se dio cuenta de que lo que le encanta es “ayudar a las personas”.