José Antonio Caballero, vicepresidente de la Federación Regional, no espera que la competición comience antes de noviembre, pero "todo dependerá de las medidas sanitarias".
Tras un año y medio de parón, la lucha canaria volverá a los entrenamientos a partir del mes de septiembre, cuando está previsto que se levanten las restricciones para los deportes de contacto.
José Antonio Caballero, vicepresidente de la Federación Regional, señala que, al ser un deporte de contacto, la pandemia los ha perjudicado mucho más que a otras actividades. Ahora, se trata es de empezar las competiciones lo antes posible, algo para lo que van a aplicar un estricto protocolo durante los entrenamientos.
Indica que los luchadores entrenarán en grupos burbuja, que se irán ampliando paulatinamente. Además, se realizarán frecuentes test PCR, y la temporada, que no comenzará antes de noviembre, se extenderá durante tres meses, y no el mes y medio habitual.
Mantener el número de licencias
Para Caballero, lo fundamental es mantener el número de licencias, que en pasadas temporadas superó las 3000, así como retomar lo antes posible las clases de lucha en las escuelas, gracias a las cuales se consiguió pasar de las 300 licencias infantiles a las 1200. De la misma manera, se satisface de los logros concedidos con las licencias femeninas, particularmente en la isla de Gran Canaria, en la que se pasó de un equipo a seis y se prevén diez para la próxima temporada.