El presidente de Cruz Roja en las islas señala que las intervenciones crecieron un 163% en el año 2020 debido a las dificultades económicas por la pandemia.
El presidente de Cruz Roja en Canarias, Antonio Rico, señala que la actual crisis socioeconómica derivada de la pandemia de la covid-19 debe hacernos reflexionar sobre cómo se distribuye la riqueza en las islas.
A su juicio, no es fácil explicar cómo en años con una alta llegada de turistas, Canarias haya convivido con unos altos niveles de paro, crecientes índices de vulnerabilidad y pobreza, sueldos bajos y trabajos precarios.
Pobreza creciente y femenina
Si esto era así en épocas anteriores a la pandemia de la covid-19, la enfermedad no ha hecho más que agravar la situación, lo que ha motivado un alto incremento del número de personas que solicitan ayuda a Cruz Roja. Así, la organización, que atendió a 90.000 en 2019, tuvo que hacer lo propio con 250.000 en el año 2020, lo que supone un crecimiento del 163%.
Esta pobreza sigue teniendo rostro femenino, pues el 60% de las personas atendidas eran mujeres con al menos un niño a cargo. Rico señala que es la misma estructura que se ha visto en años anteriores, pero con una reducción en la media de edad, afectando cada vez más a personas en edad de trabajar.
Atención a los diversos colectivos
Otro de los ámbitos de actuación a los que ha tenido que hacer frente Cruz Roja es el de la llegada de migrantes a las costas canarias. En el año 2020, señala Rico, se abrieron más de cien centros donde atender a estas personas, gracias a la colaboración con ayuntamientos y cabildos, que han permitido habilitar espacios para poder dar cobertura a un tan alto volumen de personas. Cruz Roja se ha hecho cargo de 20.000 de ellas.
Este trabajo extra por motivo de la pandemia y la migración no ha hecho que Cruz Roja descuidara los programas habituales que desarrolla en las islas, como la ayuda a colectivos vulnerables para pagar el alquiler, la luz o el agua, o las ayudas a la alimentación.
Asimismo, se han mantenido las actuaciones en el ámbito de la protección de los menores, de las mujeres víctimas de violencia machista, a la población reclusa o el trabajo con los mayores, “que en ningún momento han sido abandonados”.
Una organización muy arraigada
Rico señala que Cruz Roja es una organización muy arraigada y muy implicada en la sociedad canaria, gracias a lo cual han podido contar con fondos que alcanzan los cinco millones de euros. La mayor parte del presupuesto se nutre de fondos propios y donaciones, y un 35% lo aportan las administraciones. Recuerda que son más de 1.600 personas las que realizan voluntariado en las islas en el seno de la organización.
Sobre el papel de las administraciones públicas, Rico señala que han mejorado los servicios sociales, “pero nos queda mucho que recorrer para conseguir que ninguna persona no pueda contar con un proyecto de vida”. Sobre todo, destaca el caso de los jóvenes, a los que se les restó capacidad de llevar a cabo sus proyectos de vida tras la crisis del 2008 “y ahora con esta crisis hemos vuelto a darles un hachazo y los hemos devuelto a las casas de sus padres y sus abuelos”.