El presidente de Unidos por Gran Canaria descarta concurrir con CC a las elecciones y cualquier acercamiento al PP.
El presidente de Unidos por Gran Canaria, Lucas Bravo de Laguna, asegura que el desequilibrio entre lo que cada isla recauda y lo que recibe es tal que se podría decir que “el resto del Archipiélago se alimenta prácticamente de Gran Canaria”.
Afirma la dificultad para recopilar los datos de lo que cuesta la “solidaridad de Gran Canaria”, algo para lo que ha tenido que presentar en el Parlamento canario muchas preguntas por escrito.
Afirma que la importancia de los presupuestos no reside solo las partidas nominadas, sino las innominadas, “y ahí es donde se va el dinero a un lado o a otro”. Considera que a las otras fuerzas políticas no les interesa dar estos datos, pues es evidente que “hay un mayor ingreso en [provincia] oriental que en la occidental”.
Asimismo, lamenta que en el Parlamento canario cueste tanto hablar de Gran Canaria, “como si aquí ya viviéramos muy bien”, cuando la realidad es, a su juicio, que “el resto del Archipiélago se alimenta prácticamente de Gran Canaria”, aún cuando esta isla observa indicadores peores que otras islas.
Experiencia “agridulce” con Coalición Canaria
Sobre la relación de su partido con Coalición Canaria, afirma que es “agridulce”, pues la concurrencia electoral no ha cuajado en acuerdos mayores. Afirma que con esa alianza se buscaba establecer equilibrios regionales, pero como CC pasó a la oposición “no se ha podido demostrar ese trabajo”.
Afirma que, a nivel político las relaciones no han sido buenas, porque los dirigentes de CC de Gran Canaria no han sido “leales y honestos”. Recuerda que la decisión de presentarse en solitario a las elecciones de 2023 ha sido tomada por unanimidad en el seno del partido.
El PP, sin proyecto para Gran Canaria
Asimismo, descarta acercamiento con el PP por falta de coincidencia en los intereses políticos, aunque asegura que ha habido “alguna conversación”. Afirma que la situación del PP ha empeorado sustancialmente desde que el entonces presidente del partido, José Manuel Soria, asumió decisiones que costaron la presidencia a José Miguel Bravo de Laguna, de su propio partido. Eso se tradujo, a su juicio, en la pérdida de poder del PP en otras instituciones.
No cree que el PP tenga un programa para Gran Canaria y considera errónea la decisión del partido de llevarse la presidencia a Tenerife prescindiendo de María Australia Navarro.