Marcelino Umpiérrez, concejal de turismo y comercio del municipio, afirma que estos retrasos ocasionan "un palo muy duro" para Fuerteventura.
Marcelino Umpiérrez, concejal de turismo y comercio del Ayuntamiento de La Oliva, achaca las dificultades que atraviesan los hoteles Oliva Beach y Tres Islas, del grupo Riu, a un “pulso” entre el PSOE y el PP.
“Para mí es una cuestión política”, afirma Umpiérrez, que recuerda que el PP aprobó una ampliación de la concesión a la empresa por cincuenta años, “tal vez abusiva” y hoy los gobernantes del PSOE en la Dirección General de Costas “están poniendo pegas”. Se trata, señala, de una cuestión “de rivalidad y de pulso político que están sufriendo las familias de trabajadores”.
“Un palo muy duro para Fuerteventura”
A este respecto, indica que la situación comienza a pasar factura en la salud psicológica de los 700 trabajadores, a lo que se suma el hecho de que ambos hoteles suman 4000 camas y suelen tener una ocupación “altísima”. Su cierre supondría “un palo muy duro para Fuerteventura”. Recuerda que el nivel de paro en La Oliva supera el 20%, a pesar de que la ocupación no ha sido mala, incluso en la pandemia.