El diputado del común señala que el 18,1% de los menores contempla agresiones en sus hogares y llama a la sociedad a asumir la responsabilidad.
Rafael Yanes, diputado del común, considera que si un medio informativo o un responsable público niega la existencia de la violencia contra las mujeres hace “un flaco favor a la sociedad democrática”. Esto es así porque este fenómeno constituye uno de los problemas principales que enfrenta, en estos momentos, la sociedad española.
Yanes señala que algún niño o niña ha sido testigo en 135 asesinatos de mujeres, y que más de 40 niños han sido asesinados por sus padres o por las parejas de sus madres para hacerle daño a la mujer. Se trata de un problema que es preciso visibilizar para que la sociedad tome conciencia de que hasta el 18,1% de los niños pueden estar contemplando violencia en sus casas: “Es un problemón en el que todos debemos contribuir con nuestra parte de responsabilidad”.
En esa responsabilidad Yanes incluye a los medios de comunicación, sobre todo cuando en la televisión, a través de los programas, las películas y las series, así como las canciones, se está dando una imagen cosificada de la mujer. Esto se traduce, señala, en resultados como que la mitad de los jóvenes niega que exista la violencia machista, según ha señalado un reciente informe.
Fracaso en la gestión de la dependencia
Yanes hace un repaso de otros asuntos que están encima de la mesa de la Diputación del Común y destaca la situación de la gestión de la dependencia en las islas. Indica que Canarias solo ha reconocido la prestación al 1,2% de la población, es decir, a unas 26.000, cuando la media española se sitúa en el doble: el 2,5. Y esto sin citar a comunidades como Castilla y León, que tienen reconocido a más del 4% de la población: “No tenemos un servicio de dependencia adecuado”.
Para contribuir a paliar esta situación, el diputado del común está elaborando un informe extraordinario que se entregará próximamente al Parlamento de Canarias y en el que se tratará de mostrar una fotografía de la dependencia en las islas, aportando sugerencias de mejoras. Yanes señala que hay distintos modelos por los que podría gestionarse la dependencia, algunos menos centralizados, aunque siempre con el reconocimiento en manos de las administraciones públicas, tal como establece la ley.
Tiburones a la caza
Yanes señala que en situaciones de crisis, como la que sufre la isla de La Palma a consecuencia del volcán, siempre hay “tiburones que van a la caza”, aunque confía en que las administraciones sean conscientes y estén alerta para adoptar las medidas que eviten toda especulación.
Considera que la situación de La Palma debe abordarse en cuatro fases. La primera está constituida por las medidas urgentes y transitorias, aquellas que se tomaron en un primer momento, y en las que, a su juicio, “se puede dar un notable alto a las administraciones”. La segunda parte es más compleja, pues consiste en dar a las personas al menos parte de lo que han perdido.
En una tercera fase se trata, dice Yanes, de reubicar a las personas que quieran quedarse en la isla, lo cual plantea problemas jurídicos con leyes estatales y regionales. La cuarta y última fase, la cual aún no se ha abierto, se centra en las posibilidades de la reconstrucción, algo que podría convertir la isla en un motor económico: “Esa fase hay que tenerla pensada”.