El presidente de la institución, Vicente Marrero, urge al Gobierno Canario a llevar a cabo el "mapeo" de las aguas del Archipiélago para poder atraer inversiones.
Directivos del Clúster Marítimo de Canarias (CMC) se han reunido recientemente con los sindicatos más representativos en Canarias, Comisiones Obreras y UGT, para abordar conjuntamente la promoción de proyectos que permitan la creación de puestos de trabajo dentro de los sectores productivos que conforman la economía azul.
Se trata de aunar esfuerzos en favor de la creación de riqueza y de empleo en actividades susceptibles de captar importantes inversiones de capital por parte de empresas privadas y de obtener financiación procedente de fondos comunitarios. A este respecto, tanto desde el CMC como desde las centrales sindicales se valora positivamente el diseño de acciones coordinadas que propicien el máximo desarrollo posible de la Estrategia de Economía Azul aprobada recientemente por el Gobierno de Canarias.
Pérdida de oportunidades por la burocracia
Al margen del marco comunitario, también se ha analizado en estos encuentros con los sindicatos el hecho de que se han perdido recientemente inversiones privadas millonarias en proyectos energéticos, de eólica offshore o de acuicultura a causa de los obstáculos burocráticos que neutralizan este tipo de iniciativas. Iniciativas que podrían ser punta de lanza para la reactivación de empresas canarias como eslabones de la cadena de suministro para estos sectores de actividad y, por consiguiente, para la recuperación del mercado laboral en el archipiélago.
A este respecto, el presidente del Cluster Marítimo de Canarias, Vicente Marrero, señala que a pesar de las buenas perspectivas del sector, “hay que seguir dando pasos seguros”, sobre todo por parte de la administración regional a través de las inversiones, la promoción y desarrollo de las competencia en aguas exteriores, algo que lo que Marrero se muestra preocupado.
Así, entiende que es muy importante llevar a cabo el “mapeo” de las aguas, pues es lo que permite saber “qué podemos hacer en el mar”. Afirma que los propios sindicatos quedaron “asombrados” al saber que un grupo inversor noruego había desestimado una inversión de 400 millones por la carencia de regulación que les diera seguridad: “Si no definimos esto, las estrategia no se va a cumplir”.