David Padrón, director general de investigación y coordinación del desarrollo sostenible, pone énfasis en las oportunidades económicas y sociales de los problemas que tiene que solventar el Archipiélago.
El Gobierno canario presentará en el plazo de dos meses un conjunto de acciones concretas, así como su correspondiente ficha financiera, para materializar las estrategias contenidas en la Agenda Canaria, recientemente aprobada.
Así lo señala David Padrón, director general de investigación y coordinación del desarrollo sostenible, que se satisface del alto consenso alcanzado tras dos años de intenso trabajo en el que la pandemia de la covid-19 no fue óbice para sacar adelante el documento.
Una Agenda viva
Así, durante el año 2020 se celebraron trece talleres de forma telemática, una acción que fue reconocida por las Naciones Unidas como un ejemplo de participación. Posteriormente, ya en el año 2021, se abrió el proceso de exposición pública, cuyo resultado final se presentó el 2 de diciembre en Los Jameos del Agua. Se trata, señala Padrón, de un “documento vivo” al que aún se pueden incorporar las instituciones que así lo deseen.
Padrón recuerda que el objetivo del desarrollo sostenible, al que está dedicado la Agenda Canaria 2030, va más allá de la conservación medioambiental, pues responde al reto de integrar en una sola agenda la económica, la medioambiental y la social, “que son las tres esferas críticas”.
Retos y oportunidades
Así, se establecen 316 metas, 9 retos y 49 prioridades que ahora deben ponerse en marcha por parte de cada institución. El propio Gobierno canario tomará la iniciativa y, en el plazo de dos meses, presentará un inventario de actuaciones y sus fichas presupuestarias.
Con este inventario se pretende dar respuesta a los grandes retos de Canarias, como son la pobreza, los problemas de competitividad y productividad, el tamaño de las empresas, o los problemas de contaminación del océano y el cambio climático. Se trata, señala Padrón, de un mosaico complejo de problemas, “pero también de oportunidades de negocio y diversificación”.
Entre los objetivos no falta aquellos que se refieren al sector primario, cuya importancia estratégica va más allá de su tamaño o participación en el PIB, ya que constituye el sostén del medio ambiente y facilita el anclaje de las personas a las zonas rurales. El Gobierno lo tendrá en cuenta a la hora de desarrollar aspectos como el autoabastecimiento o la agricultura ecológica.