El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas valora los excelentes resultados obtenidos en los últimos ejercicios y anuncia una mayor reducción de las tasas.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, destaca la profunda transformación que experimentará el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria en los próximos años, producto de una ambiciosa estrategia encaminada a dotar de mayor capacidad de negocio el recinto.
Recuerda que está prevista la puesta en marcha del astillero para la reparación de yates, el cual se ha retrasado debido a las dificultades técnicas en los estudios del terreno en el que se va a ubicar. A él se une la proyectada recuperación del muelle pesquero, el silo para ubicar los coches de importación y la nueva terminal de cruceros. A estos se sumará, a más largo plazo, la ampliación del muelle deportivo. Se trata, señala Ibarra, de “un puerto muy dinámico” capaz de acoger todas estas iniciativas.
Unas cuentas saneadas
Todos estos proyectos son posibles gracias a los buenos resultados obtenidos en los últimos años por el Puerto de Las Palmas. Su presidente señala que el “milagro” reside en el esfuerzo desarrollado por todos los trabajadores y los agentes que forman parte de la comunidad portuaria.
El crecimiento observado en los años 2020 y 2021 ha permitido sanear las cuentas del Puerto, lo que, a su vez, ha posibilitado la bajada de tasas. Ibarra señala que en el plazo de dos o tres años, en torno a 2024-25, se podría bajar aún más las tasas para dejarlas en los niveles más competitivos de España.
Energía offshore
Ibarra destaca las oportunidades que tendrá el puerto en los próximos años, particularmente con la posibilidad “histórica” de apostar por las líneas de suministro de energía offshore eólico. Asegura que se trata de una oportunidad como, en su momento, lo supusieron el mercado de los contenedores y de los cruceros.
Para el desarrollo de estas plantas de producción de energía, el puerto necesitará contar con 200.000 metros cuadrados para ubicar las infraestructuras para dotar de servicios a los treinta grandes molinos que está previsto instalar en toda Canarias.
Retos para el futuro
Sobre los problemas que puede afrontar el puerto en el futuro, Ibarra destaca el precio de los fletes, que si bien han comenzado a bajar, lo hacen a un ritmo más lento del previsto.A su juicio, esto ha venido a demostrar que la logística no estaba preparada para la pandemia. Esto explicaría solo parte del problema, pues el presidente de la Autoridad Portuaria considera que también se da un problema de concentración de empresas que, según su punto de vista, han acordado subir los precios.
El otro gran problema que tendrá que abordar el puerto en algún momento, señala Ibarra, es la falta de espacio, lo que obligará a trabajar de forma conjunta con el puerto de Tenerife para poder desarrollar algunos proyectos.
El problema del trabajo de estiba
La Autoridad Portuaria de Las Palmas era la única entidad de este tipo, en el conjunto de España, que seguía teniendo presencia en el centro portuario de empleo, instancia en la que se selecciona la mano de obra para realizar los trabajos de estiba. A partir de ahora ya no será así, por decisión de las empresas privadas, y quedará en mano de las distintas empresas este cometido.
Ibarra indica que las peculiaridades del puerto de Las Palmas, que acoge toda la entrada de mercancías de la isla, propiciaba el enfrentamiento entre las empresas en el nombramiento directo de mano de obra. Sin la mediación de la Autoridad Portuaria, Ibarra teme que puedan surgir nuevos problemas a corto plazo “salvo que las empresas lleguen a algún tipo de acuerdo”.