El volcán sepultó la fábrica y la explotación ganadera de Quesos Tajogaite y ahora ha recuperado la actividad en unas instalaciones cedidas por el Cabildo de La Palma.
Fue el mismo día de la erupción del volcán cuando Julio César Leal, propietario de Quesos Tajogaite, presintió que no podría continuar con su trabajo en una zona que, más tarde o más temprano, acabaría sepultada por la lava.
Así fue. La colada hundió bajo tierra su fábrica y la explotación ganadera, pero su esfuerzo le ha llevado a seguir adelante poniendo otra vez en funcionamiento la quesera, esta vez gracias a una instalaciones cedidas por el Cabildo de La Palma.
“Yo ya estoy remontando”, dice, mientras se satisface de que todos sus empleados vuelvan a tener empleo, así como de que los ganaderos que le proveen estén trabajando nuevamente en la producción de leche.
No en vano, fabrica seiscientos quesos cada día, de los cuales logra vender la totalidad a los palmeros, que valoran el producto fresco que lleva fabricando desde hace muchos años en la isla de La Palma.
Algo a lo que no encuentra remedio, señala, es que “lo perdido ya no vuelve a venir”, pero no pierde la ilusión de que la isla se recupere y que, después del volcán, incluso mejoren las condiciones anteriores.