Julio Cuenca: “La lucha contra la central de Chira-Soria será larga”

Julio Cuenca | Foto: Hola Islas Canarias

Julio Cuenca | Foto: Hola Islas Canarias

El arqueólogo y descubridor e Investigador principal de Risco Caído, afirma que, en términos de represión de la disidencia, "Rusia se queda corta" en comparación con Gran Canaria.

El arqueólogo y descubridor e Investigador principal de Risco Caído, Julio Cuenca, afirma que la lucha que mantiene la plataforma contra el proyecto de la central hidroeléctrica de Chira-Soria será “larga”, pues “no está todo el pescado vendido”.

Recuerda que la Unión Europea aún no ha dado autorización para que Red Eléctrica pueda ser el productor de la energía y, al mismo tiempo, quien la transporte. Según Cuenca, Endesa tampoco ha dicho aún la última palabra sobre si va a permitir que su peso en la producción se reduzca drásticamente. Y, en último término, la propia plataforma “tampoco ha tirado la toalla”: “Estamos trabajando a todos los niveles y cada vez se nos suman más personas interesantes”. 

Un negocio multimillonario

Cuenca es muy crítico con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, por cuanto, a su juicio, ha puesto en manos de Red Eléctrica un negocio multimillonario. A este respecto, recuerda que la compañía no es mayoritariamente pública, pues está en manos de multinacionales y grupos de inversión: “Hay unos intereses enormes y no va a renunciar al negocio”. 

Señala que el coste de la producción de la energía en Canarias asciende a los 4.200 millones de euros anuales, y solo por el mantenimiento anual de Chira-Soria, Red Eléctrica se embolsará 72 millones de euros cada año. Eso supone 3.600 millones en los 50 años de la concesión: “Red Eléctrica está aquí porque es un negocio redondo”.

La democracia en Rusia y en Canarias

Lamenta lo que en su opinión es un empeño de Antonio Morales para que no se escuche la voz de las personas que son contrarias al proyecto: “No se nos ha dado la más mínima oportunidad de hablar con él, nos ha bloqueado el acceso a los medios de comunicación y ahora nos llaman detractores del proyecto y trumpistas. Al lado de nosotros, Rusia se queda corta”.