Ángel Tristán promete un “continuismo reformista” al frente del Consejo Social de la UPGC

Ángel Tristán durante la toma de posesión como presidente del CS de la ULPGC | Foto: CS de la ULPGC

Ángel Tristán durante la toma de posesión como presidente del CS de la ULPGC | Foto: CS de la ULPGC

El periodista confía en que las relaciones con Serra Majem sean mejores que con Robaina, en la que se llegó a situaciones similares al "acoso y el bullying".

El nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Ángel Tristán Pimienta, promete un “continuismo reformista” al frente de la institución, tras su anterior mandato entre los años 2015 y 2019.


El que fuera director del diario ‘La Provincia’ afirma que este “continuismo reformista” es inevitable en cuanto no puede traicionarse a sí mismo porque entiende que, en la etapa anterior, hizo una labor de la que se siente orgulloso.

Problemas “serios” con Rafael Robaina

Sin embargo, señala los problemas “serios” que tuvo con el entonces rector Rafael Robaina, en los que llega a afirmar que sintió “algo parecido al acoso y el bullying”. Indica que el talante del actual rector Lluís Serra Majem es “absolutamente distinto” y lo describe como una persona “educada” que trata de entenderse con el Consejo Social, aunque Tristán reconoce que los “roces” son inevitables por cuanto el Consejo Social tiene como uno de sus cometidos la fiscalización del trabajo del rectorado.

Retos de una institución en un mundo mundo en crisis

Tristán señala que el reto de la ULPGC no puede ser otro que estar a la altura de los tiempos e, incluso, ponerse por delante de ellos, algo que no es tan sencillo de materializar. A este respecto, reconoce que Serra Majem está tomando decisiones “importantes” para mejorar el funcionamiento de la universidad, una tarea “muy complicada” porque la institución tiene muchos vectores de fuerza y se mueve en un mundo “que cambia a tal velocidad que no se ajusta a los tiempos paquidérmicos de la administración”.

Señala que el principal escollo de las instituciones educativas es el actual mundo de incertidumbres, tras el mundo de certezas anterior a las crisis de 2008. Se trata de un momento en que todo se ha puesto en cuestión: la sanidad, la dependencia, las pensiones, etc. A esto se suma una “crisis de valores” y un desarrollo vertiginoso de la tecnología “que se ha convertido en parte del problema”, como se ha visto en el problema con la atención de los bancos a las personas mayores o la España vaciada.

En este contexto, señala que es muy importante que la universidad se adapte a las necesidades sociales. Por eso destaca el acuerdo firmado con la Confederación Canaria de Empresarios para hacer un diagnóstico de la situación y una evaluación de aquellos títulos necesarios para que estén adaptados a la realidad y a las necesidades de las empresas. Considera que este programa se complementa con el trabajo de Serra Majem para incrementar la internacionalización de la ULPGC, lo que permitirá el  intercambio de alumnos y profesores. 

El modelo de gobernanza

Tristán Pimienta entiende que uno de los principales obstáculos de la universidad española es la forma de elección del rector, en el que compiten la visión de la CRUE, “el lobby de los rectores”, y el modelo de gobernanza que proponen los consejos sociales, que equilibran el peso de la sociedad y el de la academia. Considera que la elección directa del rector dificulta la competencia y la relación con el resto de Europa.