El director técnico del Teléfono de la Esperanza en Canarias señala que las llamadas se han incrementado en 23% desde 2019.
El director técnico del Teléfono de la Esperanza en Canarias, José Cabrera, señala que la pandemia de la covid-19 ha condicionado la salud mental de la población los últimos dos años, como lo demuestra el hecho de que se haya incrementado hasta un 23% las llamadas con respecto a 2019, el último año “normal”.
Indica que el sesenta por ciento de las personas que recurren a la ayuda son mujeres y el denominador común de todos los que necesitan atención es el padecer algún tipo de crisis emocional, soledad, la pérdida de seres queridos o problemas psicológicos como consecuencia de las restricciones de la pandemia.
Hablar del suicidio
Cabrera considera que se ha producido un cambio en conciencia social en lo que respecta a la forma de abordar el suicidio, pues se ha tomado nota del importante número de personas que lo está pasando mal hasta el punto de pensar en quitarse la vida. Señala que esto predispone a muchas personas a ayudar a los demás: “El que se pueda hablar públicamente del suicidio es una buena noticia”.
Asimismo, destaca la preparación de las personas que atienden el Teléfono de la Esperanza (900 707 020) las veinticuatro horas de todos los días del año.