El director técnico de Pevolca, recientemente nombrado hijo adoptivo de la isla, señala que tenía tomada la decisión antes de la erupción, pero reconoce que la crisis ha acelerado el momento de decir "ya está bien".
El director técnico de Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha decidido jubilarse al cumplir 68 años de edad y después de haber contribuido a la gestión de la emergencia por la erupción del volcán de La Palma. Lo hace después de haber recibido la distinción de Hijo adoptivo de la isla, lo cual recibe “con orgullo y como un honor”.
Afirma que la decisión la tenía tomada hace más de quince meses, aunque reconoce que está aún más cansado tras la erupción del volcán, principalmente por ser testigo de la angustia de la ciudadanía. Considera que ya ha llegado el momento de decir “ya está bien”,
Cumbre de presidentes autonómicos
Morcuende teme que la guerra ruso-ucraniana eclipse la cuestión de la reconstrucción de La Palma en la próxima cumbre de presidentes autonómicos, a celebrar este fin de semana en la isla. Considera que es importante que no se olvide la isla “porque la ayuda la necesitaremos durante bastante tiempo”.