La exdiputada del partido morado afirma que la gota que colmó el vaso fue que no la dejaran intervenir en temas canarios.
La exdiputada de Unidas Podemos, Meri Pita, afirma que la dirección de esa formación está “esclerotizada” y actúa como un partido político al uso: “No era esa la organización a la que nos sumamos”. Afirma que cualquier disenso interno supone “que te manden al ostracismo” y se inicie una casa de brujas.
“Parapetados detrás de una pancarta”
A su juicio, la dirección del partido “se ha parapetado detrás de una pancarta” y eso le sirve de coartada para ir incumpliendo los compromisos que nos llevaron aquí”. A este respecto señala que ya no se hacen consultas a la militancia, sino que las decisiones se toman en los despachos de la dirección. Apunta a la ministra Irene Montero como una de las artífices de la persecución a su persona: “Primero te borran en los chats y no te saludan y después viene lo demás”.
Señala que “el colmo” de la situación no es que le retiraran de los puestos de portavocía, sino que no le permitieran intervenir en los asuntos canarios, asumiendolos una diputada con desconocimiento del nombre de las islas. Afirma que pasando al grupo mixto, Podemos tendrá que respetar “el voto de los canarios, al menos que se lo hagan pensar”.
Un partido franquicia
Asegura que no ha formado ningún partido y que eso es parte de “la propaganda” de Podemos. Tampoco se considera una tránsfuga y lamenta que Podemos Canarias sea “un partido franquicia” del peninsular porque, en caso contrario, sería “lógico” que salieran en defensa de una diputada canaria.
Señala que va a estar “donde se rearticule el espacio de izquierdas”. A este respecto, señala que la ministra Yolanda Díaz es “una compañera más, con mucha capacidad de trabajo y muy seria”. No obstante, señala que está “muy dudosa en lo que hay que hacer”.