Francisco Rodríguez, presidente de la Unión Sindical de Inspectores de Educación de Canarias, asegura que la nueva FP hace "inevitable" el aumento del número de estos funcionarios.
El presidente de la Unión Sindical de Inspectores de Educación de Canarias, Francisco Rodríguez, señala la necesidad de redimensionar la plantilla de estos profesionales ante los nuevos retos de la educación en las islas, particularmente por la nueva ley de la Formación Profesional (FP).
Demasiados centros para tan pocos inspectores
Actualmente son setenta inspectores para toda Canarias, donde existen unos mil centros educativos, 300.000 alumnos y 25.000 profesores. Cada inspector se encarga de unos veinte centros, un número muy alto “para dar una prestación como nos gustaría”.
Señala que este año se han conseguido aumentar dos plazas de inspección, una en cada capital, pero han sufrido algunas bajas laborales para las que no se dispone de una bolsa de sustitución. Indica que el proceso de estabilización puesto en marcha en Canarias podrá consolidar el empleo de trece inspectores como funcionarios de carrera, aunque esto no supondrá incrementar la cifra de inspectores.
A su juicio, lo que hará inevitable el crecimiento de la plantilla es la nueva FP, que exige un mayor servicio de inspección debido a la competencia de centros públicos y privados y la necesidad de comprobar que se cumplen todos los requisitos.
Implantación de la nueva ley
Sobre la implantación de la nueva ley de educación, Rodríguez señala que va con “muchísimo retraso”, sobre todo en el desarrollo normativo. Así, indica que todavía no está definido el currículum canario y las editoriales no pueden preparar los libros de texto, a pesar de que algunos tendrán que estar en marcha en el mes de septiembre.