Los investigadores Eva Parga y Pablo Alonso, del Ipna-CSIC, señalan que el producto de las islas tiene unas características que lo distinguen de la vasca o la asturiana.
A comienzos de junio se presentaron en el IV Congreso de la Asociación Española de Profesionales del Análisis Sensorial los primeros resultados de Sidracan, un proyecto liderado por Eva Parga Dans y Pablo Alonso González, investigadores del IPNA-CSIC, que estudia la sidra canaria desde una perspectiva multidisciplinar.
En el congreso se ha presentado el primer estudio de la tipicidad de las sidras canarias efectuado hasta la fecha. Para ello se empleó un total de 18 sidras (seis canarias, seis vascas y seis asturianas) y para cada región se seleccionaron tres naturales y tres naturales espumosas. Un panel de 16 jueces expertos en el producto llevó a cabo una prueba de agrupación basándose en la similitud sensorial de las muestras.
A continuación, un panel de once jueces entrenados realizó un perfilado rápido con las seis sidras canarias junto con una asturiana y otra vasca tipo. Por último, se analizaron los parámetros convencionales como grado alcohólico, acidez total, acidez volátil, pH o nivel de ácidos hidroxicinámicos, entre otros, y se determinó con técnicas estadísticas el efecto del origen de las sidras sobre dichos parámetros.
Rasgos característicos de la sidra canaria
El estudio mostró que tanto la concentración de ácidos hidroxicinámicos como el grado alcohólico es mayor en las sidras canarias y los investigadores señalan que esto último podría estar relacionado con el clima subtropical en comparación con las sidras vascas y asturianas. Además, los resultados sugieren que, aunque hay tres perfiles sensoriales de las sidras canarias, uno de ellos es característico y está determinado por la presencia de las notas fruta compotada y pastelería.
La existencia de marcadores químicos y sensoriales vinculados con las sidras canarias abre la puerta a implantación de una futura Indicación Geográfica Protegida o incluso a una Denominación de Origen y, por tanto, a su diferenciación en el mercado con beneficios socioeconómicos tangibles. A la luz de estos resultados, los siguientes pasos del proyecto Sidracan se encaminarán hacia la determinación de características químicas y sensoriales que se deseen fomentar para definir un perfil típico de las sidras canarias.
Se trata, en primer lugar, de identificar los aspectos culturales y patrimoniales vinculados a la producción y consumo de la sidra canaria y, a continuación, caracterizar su vertiente físico-química, toxicológica y sensorial. Esta caracterización permitirá realizar una contribución normativa y aplicada a la gobernanza de la sidra en las Islas Canarias, actualmente sin marco de regulación o figuras legales de protección como la Indicación Geográfica Protegida o la Denominación de Origen.