Paco Machado, presidente de la Unión Sindical de estos profesionales de Inspectores de educación, detalla los aspectos abordados en el XXII encuentro nacional.
Inspectores de Educación de toda España se dan cita en estos días en Las Palmas de Gran Canaria para celebrar su XXII encuentro anual, una cita que, como indica Paco Machado, presidente de la Unión Sindical de estos profesionales, es ineludible para desarrollar una función que requiere un importante nivel de formación.
Informar, asesorar y supervisar
Machado recuerda que las funciones de un inspector educativo son “informar, asesorar y supervisar”. Para llevarlas a cabo es preciso actualizar constantemente la formación, porque, sin ella, no es fácil complir con la tarea que se las asigna por ley: “Garantizar los derechos y deberes de toda la comunidad educativa”.
Indica que para ser inspector se requiere una antigüedad mínima de ocho años en los cuerpos docentes y ser titulado, aunque lo normal es llegar con una trayectoria profesional de más de veinte años como docente, “lo que lo convierte en un cuerpo madurito”.
Actualmente Canarias cuenta con una plantilla de 72 inspectores y, para mantener su dimensión, Machado aboga porque haya convocatorias al menos cada tres años para ir “renovando la flota”. Este año se han presentado, por primera vez, más mujeres que hombres a las convocatorias.
Currículo de la LOMLOE y Formación Profesional
Dos han sido los temas principales abordados en este encuentro. Por una parte, el desarrollo curricular que impone la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre (LOMLOE) y la nueva ley de la formación profesional.
Respecto de la LOMLOE, Machado destaca que la educación requiere de una importante estabilidad legislativa, pues, en su ausencia, “no siempre se hace el esfuerzo de cambiar”. A propósito, indica que en este momento existe la oportunidad de hacer un cambio “real” para encaminar la enseñanza hacia el desarrollo competencial del alumnado, que es el objetivo de la ley: “Hay que dar estabilidad y ponerlo fácil al profesorado”.
Considera que, desde la inspección educativa se pueden cambiar las cosas, “pero en la realidad se puede hacer poco y es una pena”. A nivel personal, entiende que la inspección debería depender menos de la administración y poder elegir la inspección general: “Cuando se impone un jefe desde arriba es más difícil trabajar en equipo”.
Copago educativo
Sobre la polémica por el copago educativo, Machado señala que en la educación canaria “no existe como tal”, pero reconoce que en algunos centros, “por desconocimiento”, han pedido a las familias dinero o materiales, algo que “no es ilegal si se informa que es voluntario, pero no siempre se hace”.