La actual alcaldesa de Telde asegura que la división del PSOE no favorece en nada a Nueva Canarias: "Son nuestros aliados naturales".
La actual alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, espera que, en las próximas elecciones locales del año 2023, la ciudadanía le conceda la posibilidad de acabar la tarea que ha comenzado al frente del consistorio de la segunda ciudad de la isla. No obstante, señala que si se tuviera que marchar, lo haría con la convicción de que dejaría una ciudad mejor que la que encontró.
A lo largo de la entrevista hace un amplio repaso de la actividad desarrollada en estos años, destacando la reducción de la deuda dejada por la corporación anterior, la reapertura de las escuelas infantiles y las obras de asfaltado así como otras infraestructuras.
Pobreza y burocracia
Afirma que la lucha contra la pobreza ha sido una constante de su programa de gobierno y,a este respecto, recuerda que Telde ha sido el único municipio en aprobar una renta ciudadana de 600 euros durante seis meses acompañando a la persona en un proyecto de formación e inserción profesional. Afirma que no cree en el asistencialismo, porque solo sirve “para perpetuar la pobreza”.
Lo que más lamenta de estos años es la lentitud de la burocracia, hasta el punto de que, actualmente, el Ayuntamiento carece de un interventor, lo que dificulta la aprobación de las partidas económicas. Califica el sistema de “perverso” y recuerda que fue creado por la ley de estabilidad presupuestaria de Mariano Rajoy, “que les concedió un poder infinito”.
Divisiones en el PSOE
Sobre las divisiones en el seno del PSOE teldense, Hernández rechaza tajantemente que su partido tenga algo que ver: “No me gusta conspirar y ni siquiera sé cómo hacerlo”. Asegura que se trata de un problema interno de los socialistas y que en los próximos días se mostrará que no hay ninguna relación con su partido.
Afirma que la escisión del PSOE no le viene bien porque los socialistas conforman el “socio natural” de Nueva Canarias, “aunque hasta ahora no se hayan entendido”. Señala que los partidos son herramientas para transformar la vida de la gente y no fines en sí mismo para satisfacer aspiraciones personales.
En cualquier caso, recalca que no aspira a ganar las próximas elecciones gracias a las debilidades de otros partidos, sino por méritos propios, mostrando a la ciudadanía las propias fortalezas y el trabajo realizado a lo largo de estos años: “Por ahí va a medir la ciudadanía si debo continuar en la alcaldía”.
Política, maldad y salud mental
Hernández afirma que la maldad, en su sentido “más profundo”, es un problema de desequilibrio personal. Y, aunque señala que no se atrevería a poner calificativos personales, cree que hay mucha “gente mala” en la política, al igual que mucha gente buena. Afirma que en la política ha descubierto los dos extremos: “Prefiero a un sirvenguenza al que vea venir que al lobo con piel de cordero”.
En este contexto asegura que en el salón de plenos de Telde hay gente que no trabaja por la ciudad, que “quiere hundirla”. Y se refiere expresamente a Ciuca, que ha cambiado de líder, pero no de las formas, “pues no proponen nada, sino que solo judicializan, en demandas que solo buscan titulares en prensa y que luego dejan morir”. Señala que Telde no merece “que la vuelvan a meter en el pozo”.