El presidente del Consejo Económico y Social de Canarias considera que no se puede renunciar al turismo porque las islas seguirán teniendo una importante ventaja competitiva.
El presidente del Consejo Económico y Social de Canarias, José Carlos Francisco, asegura que el modelo económico de las islas seguirá dependiendo del turismo durante mucho tiempo, porque es el sector más competitivo de la economía de las islas y las previsiones son que el el ocio y los viajes sean cada vez más importante: “Es un sector que tenemos que seguir explotando, lo que no impide diversificar la economía”.
A este respecto, apuesta por el desarrollo de un turismo más sostenible, al que no se puede demonizar, sino, “más bien, lo contrario”. A partir de ahí se puede apostar por otros sectores económicos, aunque no con una afán de planificación, sino de fomento de nuevas actividades, como las relacionadas con las producciones cinematográficas o las nuevas tecnologías.
Afirma que el modelo que debe seguir Canarias es el de conseguir que “la tarta” económica sea un poco más grande, de tal forma que los nuevos modelos productivos participen de las nuevas porciones que se creen, “pero sin sustituir a las anteriores”, concretamente al turismo.
Garantizar la seguridad jurídica
Considera que este desarrollo pasa por garantizar la seguridad jurídica, para que no se produzcan paralizaciones de inversiones como la reciente en Cuna del Alma, en el municipio tinerfeño de Adeje.
Se trata, dice, de un asunto “preocupante”, pues es preciso encontrar el equilibrio entre los intereses económicos y los ecologistas: “No se puede depredar el territorio, pero tampoco se puede plantear un decrecimiento que deje a miles de personas en el paro”.
Señala que hoy todas las personas son más ecologistas que hace veinticinco años, pero “eso no quiere decir que la viborina triste sea más importante que los ingresos de 1200 familias”. A su juicio, es preciso compaginar las dos exigencias “para seguir teniendo la vida a la que estamos acostumbrados”.
Burocracia y lentitud
En otro orden de cosas, José Carlos Francisco señala el retraso en el reparto de los fondos europeos debido a la complejidad de los trámites administrativos: “Pensamos que la administración iba a ser más ágil y menos controladora, pero esto no es así, porque la burocracia por definición es lenta y necesita mucho tiempo para adaptarse a los cambios”.
Apunta que era previsible que sucediera cierto atasco porque no es fácil para la administración canaria absorber 3000 millones de euros adicionales, máxime cuando se quiere que el dinero se distribuya rápido para que cree economía y también “que no haya corruptelas, y eso impone un ritmo lento”.