Hablamos con Carmen Luz Vargas, concejal de Servicios Sociales, y con Margarita Martín, una vecina de la ciudad que participa activamente en las distintas actividades del programa.
El programa de envejecimiento activo y saludable del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se orienta a que las personas mayores puedan mantener su autonomía el mayor tiempo posible, según explica la concejal de Servicios Sociales, Carmen Luz Vargas.
Vargas indica que el programa se enmarca en las actividades de los servicios sociales del Ayuntamiento, cuyo presupuesto se ha venido incrementando todos los años para atender las necesidades sociales. Señala que, en estos años, se han pasado de 26 a 38 millones de dotación para las distintas actividades.
Envejecimiento activo
Indica que el servicio de ayuda a domicilio que presta el Ayuntamiento no es suficiente para atender todas las necesidades de las personas mayores, pues estas demandan una diversidad de acciones a las que hay que proporcionar respuesta, como el programa de envejecimiento activo, que satisface las necesidades de actividad física y proporciona momentos de ocio.
El pasado año participaron en esta actividad unas 5.000 personas, que se pudieron beneficiar del amplio abanico de actividades, entre las que se incluye excursiones, programas de baile cada quince días en el Miller Baila, y salidas a actividades culturales, aparte de la actividad física relacionada con la prevención de patologías y caminatas, como la que se celebra hoy mismo al Jardín Canario. Hay actividades casi todos los días de la semana y se complementan con talleres, como el de conservación de la memoria, proporcionando ejercicios que hacen que la pérdida de memoria se retrase el mayor tiempo posible. El único requisito es inscribirse, y es totalmente gratuito.
El gusto por socializar
Margarita Martín Santana, vecina de la ciudad, y una de las usuarias habituales, indica que se apuntó al mismo tras jubilarse porque tenía mucho tiempo libre. Comenzó por los talleres de las nuevas tecnologías, para mejorar como usuaria del teléfono móvil.
A sus setenta y dos años se considera una mujer activa, pero reconoce que cuando se llega a la jubilación se dispone de tiempo y estos programas municipales no solo permiten hacer actividades, sino socializar con personas de la misma edad, “lo cual es muy importante”. Además, en las actividades se aprenden muchos aspectos de la ciudad que se desconocen.