El experto en el sector señala que, hace tan solo quince años, nadie sabía de qué se estaba hablando, aunque muchas empresas se dedicaban a una actividad que ha resultado vanguardista.
El experto en el sector de la economía azul, Octavio Llinás, celebra que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria haya concedido la medalla de oro al Clúster Marítimo de Canarias (CMC) en reconocimiento a su trabajo.
Crear organización
Llinas señala que, hace quince años, cuando nació el CMC, hablar de la economía azul era algo «exótico» y en esos años se empezó a trabajar para construir clusters en diversos puntos de España, siendo el canario uno de los pioneros. Afirma que ya entonces estaban convencidos de que la economía azul iba a ser una idea con mucho futuro y «lo que había que crear era organización».
Señala que una de las primeras decisiones fue la de determinar cuáles eran los ámbitos de actuación, es decir, qué entraba dentro del concepto de economía azul, «algo que ya estaba ahí, pero que no se reconocía como un sector».
Colaboración público-privada
Recalca que el CMC no es una asociación empresarial, algo que no tenía sentido, porque ya existían bastantes que representaban a las distintas empresas. De lo que se trataba era de reunir a las empresas con el entorno institucional público para trabajar juntos, pues la actividad empresarial, por sí sola, no tienen la capacidad de sacar adelante cuestiones que necesitan de regulación, como estamos viendo con la energía eólica offshore