El nuevo presidente del ejecutivo regional afirma que hay margen para una rebaja fiscal pero considera «prudente» esperar a conocer mejor la situación.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, afirma que las primeras informaciones que le han llegado sobre el estado de las cuentas de la administración regional son «preocupantes», con gasto corriente financiado a través de fondos europeos, partidas que han de devolverse porque no se han ejecutado o exceso de gasto «que no se ha querido hacer público».
Prudencia y buena gestión
Por este motivo, considera «prudente» esperar a que la consejera de Hacienda, Matilde Asián, aterrice y analice la situación: «Haremos una rebajas fiscal a la baja, sin ninguna duda, porque hay margen para hacerla, pero hay que hacerla de forma rigurosa».
Prevé para los próximos meses una recesión técnica en el conjunto de la Unión Europea y la previsible vuelta de corsé fiscales. Por ese motivo, entiende previsible que haya que hacer ajustes, «pero eso no significa que vaya a haber recortes, porque se puede gestionar mejor con menos recursos».
El «renacido»
Clavijo se muestra satisfecho de volver a la presidencia del Gobierno tras cuatro años «muy duros». Afirma que el proyecto político tiene mucha fortaleza «por mucho que se hayan empeñado en decir que es un entramado de intereses».
Señala que la ciudadanía canaria está convencida de que hace falta un proyecto que defienda sus intereses, como se demuestra a través de los numerosos concejales y concejalas del partido nacionalista.
Perfil del gobierno
Sobre el perfil de los miembros del Gobierno, Clavijo no comparte que sea bajo. Entiende que las personas busquen a personas conocidas, «pero lo que se necesitan son gestores capaces de afrontar un reto que no va a ser fácil». Pone de ejemplo los nombres de Matilde Asián en Hacienda o Candelaria Delgado para el área social.
Burocracia y maraña administrativa
Uno de los problemas que Clavijo considera más urgentes de resolver es el de la burocracia y la «maraña administrativa», que, a su juicio, ha empeorado durante la pandemia de la covid-19. Entiende que se trata de algo que requiere más de una legislatura para alcanzar un modelo definitivo.
Considera que los empleados públicos serán actores principales de esta transformación «pues ellos mismos sufren en sus puestos de trabajo». Apunta que habrá procedimientos administrativos que tendrán que cambiar «porque todo se puede mejorar».