Jesús de la Fuente, investigador del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria, apunta a la necesidad de tratar las aguas residuales para que estas sustancias no lleguen al mar.
Investigadores del Instituto de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC lideran desde hace dos años uno de los proyectos nacionales más punteros en la evaluación del estado del ecosistema marino canario. El Proyecto Globican, cofinanciado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha contado con la ayuda de calderones tropicales canarios, que han servido de bioindicadores de este estudio científico, explica Jesús De la Fuente, investigador del IUSA.
El principal objetivo de Globican es evaluar indicadores de salud y bienestar animal en grupos residentes de calderón tropical en áreas marinas protegidas de la demarcación canaria, y los factores de riesgo antropogénicos locales y regionales que puedan suponer una amenaza para su conservación, así como para la salud humana y ambiental. Con esta premisa, durante los dos últimos años se ha recopilado diversa información ecológica y sanitaria, junto con muestras de piel procedentes de biopsias y necropsias realizadas a calderones tropicales canarios entre 1997 y 2021, y posteriormente se han realizado distintos análisis genéticos, microbiológicos, bioquímicos y toxicológicos.
Riesgos para la salud animal y humana
Con Globican se valora los posibles riesgos para la salud animal y humana asociados a la bioacumulación de contaminantes en la cadena trófica, ya que estos cetáceos son unos bioindicadores extraordinarios, al ser mamíferos longevos situados en la cúspide de la cadena trófica marina, comenta el investigador del IUSA. Las características de los cetáceos que destaca Jesús De la Fuente los hacen de gran valor para el seguimiento sanitario de los distintos ecosistemas, pues refleja lo que ocurre a medio/largo plazo en esa cadena trófica de la que dependen estos cetáceos y, de esta manera, ofrece información útil sobre el estado ambiental de las áreas marinas donde residen.
Este estudio, que se ha llevado a cabo a lo largo de los dos últimos años, ha analizado distintos contaminantes de procedencia urbana, turística y sanitaria en calderones tropicales asociados a diferentes zonas marinas de Especial Conservación (ZEC) del Archipiélago canario, así como las concentraciones de cortisol presentes en la piel de estos cetáceos.
Presencia de antibióticos
El Proyecto Globican ha puesto de manifiesto, entre otras conclusiones, que en el ecosistema marino canario se ha experimentado un incremento de algunos contaminantes a lo largo del tiempo, principalmente de origen urbano, entre los cuales destaca la existencia de residuos de diferentes antibióticos, cuya acumulación, a través de la cadena trófica, podría suponer un riesgo tanto para la salud humana como para la de los animales domésticos.
De la Fuente pone de relieve la necesidad de mejorar en el tratamiento de las aguas residuales para que este tipos de productos no lleguen al mar, algo que ahora mismo no se contempla.