El incendio de Tenerife marca un antes y un después

Vicente Cámara y Pedro Martínez en los estudios de El Espejo Canario en el Cabildo de Tenerife

Vicente Cámara y Pedro Martínez en los estudios de El Espejo Canario en el Cabildo de Tenerife

Vicente Cámara, suboficial responsable de zona del Consorcio de Bomberos de Tenerife, y Pedro Martínez, jefe de extinción de incendios forestales del Cabildo de Tenerife, nos narran cómo fue la evolución del incendio.

Vicente Cámara, suboficial responsable de zona del Consorcio de Bomberos de Tenerife, y Pedro Martínez, jefe de extinción de incendios forestales del Cabildo de Tenerife, coinciden en señalar que el incendio que sufre la isla desde el pasado 15 de agosto ha marcado «un antes y un después» a la hora de abordar las emergencias.

Decisiones inmediatas

Pedro Martínez indica que, durante los primeros cuatro días del incendio, llegaron a pensar que el suceso podría ser sumamente peligroso, porque veían arder todo el barranco de La Orotava, poniendo en serio riesgo a personas y bienes. A este respecto, señala que la tarea inicial consistió en retrasar el avance del fuego el mayor tiempo posible, hasta que se fueran coordinando todos los dispositivos.

Por su parte, Vicente Cámara señala que, en los primeros momentos hay que tomar decisiones importantes en muy corto espacio de tiempo, aunque es cierto que muchas de las cuestiones ya están reguladas por los distintos protocolos de actuación con los que cuentan los equipos de emergencias. 

Profesionales con una misión

Ambos coinciden en rechazar el calificativo de héroes para los bomberos y otros agentes de emergencias y prefieren pensar en sí mismos como «profesionales que tienen como misión salvar vidas y bienes», sobre todo las viviendas. 

A este respecto, indican que la evacuación suele ser una situación sumamente arriesgada, debido a que las personas pueden ponerse nerviosas. Por ese motivo, en situaciones de mucha urgencia, como la ocurrida en La Esperanza, se tomó la decisión de confinar y no de evacuar. 

Recuerdan que corresponde a los cargos políticos competentes la decisión de evacuar o confinar a una población, pero eso siempre se hace con respaldo de los distintos técnicos de seguridad y emergencias. Para eso se realizan numerosas reuniones en la que se analizan todas las circunstancias. 


Preparar el campo

Asimismo, ponen de relieve que los incendios comienzan a apagarse antes de que ocurran. Indica que el pino canario existente en los montes de Tenerife proceden de repoblaciones realizadas en los años cincuenta, con mucha densidad. Desde entonces se han venido haciendo muchas claras para evitar la extensión de los incendios. 

De la misma manera, desde hace treinta años se han venido haciendo esfuerzos en el desarrollo del monteverde, «que está funcionando muy bien como barrera». Consideran que este trabajo es el que hay que reforzar porque no toda la zona norte de la isla está al mismo nivel.