El cero turístico en el archipiélago ha influido también en los alojamientos rurales de las islas, como el caso de Suerteluna, un modelo de negocio que ha tenido que reinventarse.
Se llama Giacomo Botter, propietario de Suerteluna, un alojamiento rural con restaurante incluido en el municipio de La Matanza de Acentejo, Tenerife. Debido a la declaración de la situación de alarma en el país tuvo que cancelar las reservas hasta finales de junio, tanto de la casa rural como de los eventos previstos.
Ante esta situación y con cuatro empleados a sus espaldas y sin practicar un ERTE ha tenido que reinventarse poniendo en marcha un servicio de comida de domicilio a través de la web www.repartogourmet.com y que está teniendo bastante aceptación por parte de sus clientes situados en el norte de Tenerife.
Sobre la situación que nos espera por delante, Giacomo prefiere ser optimista y creer que a finales de junio ya tendremos la oportunidad de volver a disfrutar de los mismos servicios de los que disponíamos hasta ahora, eso sí, adaptados a las nuevas circunstancia hasta que la ciencia consiga que la vacuna sea una realidad.