Ángel Domínguez, agricultor y propietario de sidra Lagar, afirma que el secreto está en trabajar con manzanas selectas, hacerlo por diversión y con vocación ecológica.
Las bodegas de Valleseco siguen recogiendo premios internacionales. Esta vez ha sido en el XIII Salón Internacional de les Sidres de Gala, desarrollado en Gijón (Oviedo), donde se presentaron 92 lagares procedentes de tres continentes; Europa, América y Asia, siendo 7 lagares y 16 sidras de ellas del municipio vallesequense, obteniendo diez medallas, una Premium, un oro, seis de platas y dos bronce.
Ángel Domíguez, agricultor y propietario de sidra Lagar, se muestra «muy contento» porque si bien siempre habían obtenido reconocimiento en el Salón Internacional, nunca habían conseguido el máximo galardón.
«Un trabajo muy bonito, pero muy duro».
Señala que el secreto del éxito radica en trabajar con manzana selecta, hacerlo «por diversión» y siempre desde una perspectiva ecológica: «Todo eso se nota en una cata». Se trata, en definitiva, «de un trabajo muy bonito, pero muy duro».
Cosechan tres hectáreas «de verdad», con unos 900 árboles. Gozan de una comercialización diversificada en varios puntos de Gran Canaria, aunque Domínguez señala que no tienen producción para abastecer a grandes superficies.