Juan Ignacio Capafons, doctor en psicología con título de especialista en Psicología Clínica y catedrático de la Universidad de La Laguna, afirma que la prohibición estricta es ya inviable.
El uso de las nuevas tecnologías en las aulas es una cuestión abierta a un debate «muy complejo» y que no conviene que sea simplificado, según alerta Juan Ignacio Capafons, doctor en psicología con título de especialista en Psicología Clínica y catedrático de la Universidad de La Laguna .
«No se puede simplificar lo que es complejo», señala Capafons, que indica que es preciso seguir trabajando hasta dar con «las mejores claves» para resolver la cuestión, pues, a su juicio, la prohibición no es viable cuando las tecnologías forman ya parte de la vida: «Sería como prescindir del coche para volver al carromato».
Tres «grandes monstruos» a combatir
Destaca que el problema de las nuevas tecnologías nace de su naturaleza como instrumentos muy potentes, que requieren de regulación para encaminarlas hacia su uso correcto, sobre todo en las escuelas.
Señala que hay aspectos muy peligrosos, como el engaño, el daño al menor y, finalmente, el peligro de que el móvil sustituya la compañía y la tutela del menor: «Esos son los tres grandes monstruos que tenemos que combatir».
Por otra parte, señala que es indiscutible que hay aspectos «muy positivos» en el uso de las tecnologías, también para los menores, «pero ninguno indica que un menor de once años debe tener un dispositivo en propiedad».
Optimismo y preocupación
Destaca que, actualmente hay una mayor conciencia entre padres y madres sobre los peligros de las tecnologías, pero, al mismo tiempo, se ha incrementado el ciberacoso, lo cual es «absolutamente perverso», y las tasas de adicción a los dispositivos. Esto lleva a Capafons a ser optimista, al tiempo que se mantiene «ciertamente preocupado».