El autor de la campaña "Soy mayor, pero no idiota" señala la persistencia de la «sangría» del cierre de sucursales.
Cuando se cumple el segundo aniversario de la campaña “Soy mayor, no idiota”, su promotor, Carlos San Juan, afirma que las cosas no están ni igual ni peor que antes de comenzar la iniciativa, pero reconoce que no se ha conseguido todo lo que buscaban.
A este respecto, indica que el protocolo de buenas prácticas, firmado hace dos años, nació con dos taras: que era voluntario y autoevaluable, lo que ha hecho que muchos bancos no se sumen a las medidas y que la autoevaluación, hecha por las propias entidades financieras, sea «demasiado optimista».
La «sangría» del cierre de sucursales
Señala que se han conseguido muchas medidas, pero de manera desigual entre los distintos bancos. Destaca que lo que se ha podido remediar es la sangría del cierre de sucursales, que ahora no solo afecta a las zonas rurales, sino también a las ciudades, en las que muchos barrios están perdiendo oficinas. Además, en las sucursales que siguen abiertas han sufrido una merma de empleados muy sustancial.
Confía en que el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, «que siempre ha empatizado con la causa» pueda luchar contra los intereses de una banca «que se ha plantado y que no quieren renunciar a sus beneficios».