La vicerrectora de Profesorado, Ordenación Académica e Innovación Educativa de la ULPGC, afirma que el punto débil de la institución es la falta de financiación.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) cuenta con una plantilla de 1.600 profesores, de los cuales novecientos lo son a tiempo completo. Se trata de una cifra muy importante en una carrera académica muy complicada, en la que es preciso superar muchos escalones para alcanzar la estabilidad profesional, según destaca la vicerrectora de Profesorado, Ordenación Académica e Innovación Educativa, Cecilia Dorado..
Grandes profesionales
Dorado recalca que en la ULPGC hay «grandes profesionales», como lo demuestra los muy exigentes controles de calidad de los títulos y del cuerpo docente, que tienen que hacer un esfuerzo permanente de adaptación a las realidades sociales y las nuevas exigencias.
Señala que hoy, más que nunca, se exige que las universidades justifiquen sus trabajos de investigación, por lo que es preciso estimular al cuerpo docente. Dorado indica que se trata de un hábito ya más consolidado entre los más jóvenes, por lo que, cada nuevo año, la ULPGC produce más conocimiento.
Una universidad para la sociedad
Dorado considera que la ULPGC es «una universidad para la sociedad», como lo demuestra el hecho de que su existencia sea fruto de un movimiento social muy importante: «La sociedad canaria lo necesitaba y la universidad se ha adaptado a las demandas sociales, aunque es verdad que vamos un poquito lentos debido a la burocracia y la falta de financiación».
Señala que el principal problema de la universidad es la falta de financiación, porque impide llevar a cabo los cambios que demanda el profesorado.