Evelyn Alonso, concejal de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad Universal, indica que la acogida de la sociedad es más positiva de lo que tenían previsto.
Santa Cruz de Tenerife ultima la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones, un imperativo de la Unión Europea para los municipios de más de 50.000 habitantes. Evelyn Alonso, concejal de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad Universal, afirma que será una zona cerrada, con un cambio de modalidad muy importante, cuya ordenanza se expondrá de forma inmediata a información pública.
Seis meses de moratoria
Se trata de «un triángulo sencillo de identificar» en el mapa de la ciudad, una zona actualmente afectada por el uso de muchos coches privados y alta contaminación acústica. Ahora habrá que mantener reuniones con los sectores afectados, muchas de las cuales se han realizado ya, y con la ciudadanía.
Alonso recalca que, en los primeros seis meses de la entrada en vigor, es decir, en enero de 2025, las sanciones no se harán efectivas, sino que tendrán carácter informativo.
Una acogida positiva
Indica que la acogida de la sociedad es más positiva de lo que tenían previsto, tanto por parte de la ciudadanía, como del pequeño comercio y los profesionales que se desplazan a trabajar en esas zonas. No obstante, destaca que aún hay que estudiar muchas particularidades para atender «todas las sensibilidades».
Alonso señala que los vehículos que podrán acceder son los que tengan la etiqueta correspondiente, con la vocación de que, a largo plazo, solo se permita la entrada de vehículos eléctricos. Los residentes no tendrán ningún tipo de restricción, y los que utilicen la zona azul para acceso a los comercios podrán hacerlo en función de la necesidad de cada caso.
Indica que la inspección se realizará por medio de cámaras, que analizarán las matrículas y las etiquetas, que se adquieren en las oficinas de Correos.