Diana Díaz Álvarez, directora de las líneas de ayuda de la organización, destaca que la mayorías de las víctimas son mujeres, con consecuencias sociales muy importantes.
La fundación de ayuda a niños/as y adolescentes en riesgo, Anar, ha presentado su último estudio Agresión sexual en niñas y adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023) en el que se recoge que las agresiones sexuales detectadas por el Tfno./Chat han aumentado un 55,1% en los últimos 5 años. Además, por cada caso en 2008, se registraron 4,5 en 2023.
El Estudio, que da continuidad a la anterior edición llevada a cabo entre 2008 y 2019, ha sido llevado a cabo por el Centro de Estudios e Investigación Anar utilizando una metodología mixta participativa con enfoque interseccional basado en el modelo ecológico. Los datos analizados abarcan el periodo de 2019 a 2023 en el que Fundación ANAR atendió un total de 4.522 casos de niños/as y adolescentes a través del teléfono y chat ANAR, para lo que desde la organización dieron respuesta a un total de 81.252 consultas y peticiones de ayuda.
4.522 casos de agresiones sexuales documentadas
Los 4.522 casos de agresiones sexuales documentadas por el estudio suponen un incremento del 55,1% en los últimos cinco años y del 353% en los últimos quince años. Esto se traduce en 4,5 casos registrados en la actualidad por cada caso atendido en 2008 por Fundación ANAR.
Atendiendo al tipo de agresión sexual, este informe recoge cinco tipos: agresiones sexuales presenciales (91,5%), grooming (3,1%), sexting no consentido (2,2%), pornografía (1,3%) y explotación sexual y/o prostitución (1,9%). Por tanto, la agresión sexual presencial es el tipo mayoritario independientemente del sexo de las víctimas.
Niñas y adolescentes, las más afectadas
El perfil de las víctimas es marcadamente femenino siendo un 78,7% el porcentaje de niñas y mujeres que sufren este tipo de violencia. El índice de feminidad, con un 401,5% – es decir, por cada 100 varones menores de edad agredidos, se registran 401,5 agresiones en mujeres menores de edad – subraya la especial vulnerabilidad de este género frente a las agresiones sexuales.
En cuanto a la edad, nos encontramos ante una media de 12,5 años, una cifra que aumenta respecto al anterior estudio. No obstante, en el caso de los niños varones es especialmente reseñable cómo la mayoría de los casos se sitúa entre los 0 y los 9 años.
Si atendemos al entorno de las víctimas, el 40,7% vive con ambos progenitores y un 36,1% en familias monoparentales. Asimismo, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes, un porcentaje relevante teniendo en cuenta que la proporción de menores de edad extranjeros/as en España supone el 12,8% de la población infantil total.
El perfil del agresor: varón, mayor de edad y del entorno
El estudio de Fundación Anar revela que el 94,3% de los agresores son hombres, siendo la mayoría mayores de edad. En cuanto a la relación con la víctima, existe escasa percepción de riesgo en el entorno y es especialmente preocupante que casi 8 de cada 10 agresores (79,5%) son personas conocidas por la víctima y, de éstos, el 50,3% son miembros de su propia familia. Un dato que aumenta hasta el 85,9% en el caso de las víctimas más pequeñas (0-9 años). Siendo el padre biológico o la pareja de la madre en el 27,9% de los casos. La tasa de reincidencia es del 10%.
Las agresiones sexuales grupales (o en manada) siguen en aumento, pasando de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.
En opinión de Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda Anar, “además de analizar los perfiles implicados en este tipo de violencia, es fundamental dar a conocer indicadores que puedan alertar al entorno de la víctima. Las consecuencias de este tipo de agresiones son muy graves, destacando el cambio brusco del comportamiento y estado anímico (23,5%), así como problemas psicológicos de gran calado (20,8%), resaltando la conducta o ideación suicida (9,1%). Nos preocupa que 6 de cada 10 progenitores no saben cómo actuar o no actúan correctamente ante las agresiones sexuales por negligencia o falta de reacción (41,5%), miedo a la revictimización (21,8%), negación (17,9%) y lo que es peor, culpabilización (9,8%) o justificación al agresor (9%). Debemos ser sensibles ante el sufrimiento que este acontecimiento entraña para la víctima y actuar inmediatamente tratando de reducir el impacto que puede tener en su vida”.