→ «Pretendemos llegar al cien por cien de abastecimiento con agua desalada» → «En 2033 todo el nuevo plan hidrológico debería estar implementado» → «En suministro y desalación estamos muy por encima de la media de Canarias»
La directora general de Emalsa, Mercedes Fernández-Couto, asegura que, a diferencia de otras localidades de las islas, Las Palmas de Gran Canaria no está en riesgo de emergencia hídrica y esto es así porque «se apostó desde el minuto uno por la desalación».
Así, el agua desalada llega hoy al 85 por ciento de los clientes de la compañía, y el nuevo plan hidrológico a diez años, aprobado en el pleno municipal del pasado viernes, permitirá llegar al cien por cien en el año 2033.
«Ir más allá»
«La ciudad no está en riesgo de emergencia hídrica, pero hay que ir más allá», afirma Fernández-Couto, que indica que, aunque Emalsa está reutilizando el 47% del agua, es necesario llegar «lo más lejos posible» ante los efectos del cambio climático.
Emalsa cuenta con una desaladora y dos grandes depuradoras, la de Barranco Seco y la de Tamaraceite, a la que se suman otras dos de menor tamaño. El plan hidrológico contempla una desaladora más, para garantizar todo el abastecimiento con agua desalada, y dos depuradoras, de tal forma que se descentralice la estación de Barranco Seco y se alcance el objetivo del vertido cero en tiempo seco.
Los plazos de implementación de estas grandes infraestructuras dependen de muchos factores, como la tramitación de los procedimientos y la búsqueda de financiación. Fernández-Couto indica que ya el Ayuntamiento se ha puesto en marcha ante las instancias europeas, nacionales y regionales para encontrar los recursos cuanto antes, por lo que espera que todas las obras se hagan dentro de plazo y se cumpla con el objetivo de renovar el sistema antes del año 2033.
La mayor satisfacción por parte de los clientes
Fernández-Couto muestra su satisfacción porque la empresa haya alcanzado una nota de 4,1 puntos sobre cinco de satisfacción entre sus clientes, el mejor dato en los doce años en que se viene realizando esta encuesta. Se trata, afirma, de un reconocimiento «al trabajo bien hecho» por parte de todos los empleados y empleadas de la compañía.
Considera que el trabajo de Emalsa se ha visto muy facilitado por la gran concienciación que existe en Gran Canaria en el uso del agua, la cual se ha ido incrementando con el paso de los años.
Señala que es muy raro ver a personas que se lavan los dientes mientras dejan abierto el grupo, o que dilapidan un recurso tan escaso como el del agua: «Siempre ha habido mucha conciencia».
Un ejercicio de doble trasparencia
Cuando la compañía está a punto de cumplir sus primeros cuarenta años de vida, Fernández-Couto se satisface de que, en los últimos años, se haya reconducido la imagen que debe tener una empresa como esta.
Señala que han trabajado arduamente en la transparencia, llegando a hacer un ejercicio doble «para que nadie tuviera dudas, pero gracias a ello ya estamos en otro camino».