Javier Hernández, catedrático de Química de la Universidad de La Laguna, señala que los componentes de mayor tamaño vienen del uso que se le está dando al parque, mientras que otros han llegado arrastrados por el viento y la lluvia.
Los resultados preliminares del estudio encargado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con la colaboración de Fundación Cepsa, al grupo de investigación en Química Analítica Aplicada (AChem) de la Universidad de La Laguna, fruto de la recogida de muestras en los suelos y aguas subterráneas del Parque Rural de Anaga durante los últimos meses, revelan la existencia de micropartículas plásticas, en su mayoría fragmentos, films, foams y fibras, en este espacio Reserva de la Biosfera desde el año 2015.
Javier Hernández, catedrático de Química de la Universidad de La Laguna, señala que los microplásticos son contaminantes que se encuentran en el aire, el agua y el suelo, y que por su tamaño se instalan y contaminan los espacios naturales, como es el caso del Parque Rural de Anaga.
El proyecto, dirigido por los profesores de la Universidad de La Laguna, Javier Hernández y Francisco Javier Díaz, aún no ha concluido, pero revela que los microplásticos se encuentran en áreas con vegetación natural, áreas agrícolas y zonas vinculadas a núcleos poblacionales.
En cada uno de los puntos de muestreo (un total de 32), se han aplicado tres metodologías de toma de muestra diferente tras delimitar un área de estudio de 0,5 x 0,5 m en cada punto, consistiendo en la recogida de hojarasca, los primeros dos centímetros de suelo, y los 5 cm superficiales utilizando cilindros de metal.
Asimismo, varias muestras de agua han sido recolectadas en diferentes galerías y pozos situados dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera con el fin de evaluar la posible transferencia de microplásticos desde capas superficiales del suelo a los acuíferos.
Cabe señalar que estos residuos pueden tener su procedencia en la deposición seca o húmeda desde áreas remotas promovidas por el transporte ejercido por las masas de aire, o por la degradación de residuos generados por los visitantes del parque. No obstante, aún no se pueden inferir conclusiones definitivas a partir de los datos preliminares generados puesto que es necesario terminar de procesar todas las muestras, algo que se sabrá en torno al próximo mes de julio.