La directora general de Emalsa, Mercedes Fernández-Couto, afirma que las relaciones con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria son «muy buenas, trabajando con mucha transparencia y apoyo total».
La directora general de Emalsa, Mercedes Fernández-Couto, afirma que el control del ciclo integral del agua es un trabajo de «mucha presión» que requiere una atención las veinticuatro horas al día y, sobre todo, de grandes inversiones.
Apunta que la obsolescencia de algunas instalaciones en Las Palmas de Gran Canaria, como la potabilizadora o la depuradora, requiere de mucho esfuerzo técnico, porque si bien siguen prestando los servicios, es necesario un esfuerzo continuo para superar los efectos del plazo del tiempo. Fernández-Couto desearía que las nuevas depuradoras y desaladoras, previstas en el Plan Estratégico, pudieran estar en marcha «lo antes posible», incluso, si es posible, en el plazo de cinco años.
Considera que esto no es imposible, sobre todo porque las relaciones con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria son hoy «muy buenas», trabajando «con mucha transparencia y apoyo total».