Guillermo Pérez Martín, técnico del servicio de epidemiología y prevención de la Dirección General de Salud Pública, recuerda que no existen poblaciones de riesgo, sino «prácticas de riesgo».
El Gobierno canario, a través del del servicio de epidemiología y prevención de la Dirección General de Salud Pública, trabaja para combatir el incremento de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Guillermo Pérez Martín, técnico del servicio, indica que se ha producido un incremento importante desde el año 2015, en la misma línea de lo que se está observando en el entorno nacional y europeo, debido al abandono del uso del preservativo, la banalización de enfermedades como el VIH, cuyos nuevos tratamientos la han convertido en una enfermedad crónica sin capacidad de transmisión, y la mayor facilidad para acceder a relaciones sexuales.
Señala que las estrategias preventivas pasan por el uso del preservativo, en el que existe actualmente un desapego entre la población más joven. Asimismo, recuerda que existen vacunas contra el papiloma humano, los distintos tipos de hepatitis y la denominada viruela del mono.
Miedo al estigma y la discrimación
Entre las ITS, una de las más graves es la sífilis, una infección a través de una bacteria que tienen capacidad de transmitirse sexualmente permaneciendo décadas en el cuerpo si no se trata, con capacidad de crear complicaciones muy graves. Suele aparecer en forma de una úlcera, pero también a través de otras lesiones cutáneas. Para combatirla, lo mejor es prevenirla, normalizando su conocimiento entre la población más joven, y, en caso de ya haberla adquirido, fomentar la detección precoz.
Pérez Martín indica que una de las principales barreras que se encuentran para combatir estas enfermedades es el miedo al estigma y la discrimación: «Es importante indicar que no se debe hablar de poblaciones de riesgo, sino de prácticas de riesgo».